Las dos caras de un libro

Piensa en lo que puede hacer un libro por ti. Un libro te da. Pero, piénsalo, un libro también puede quitarte. Un libro puede aleccionarte o puede hacer que desaprendas. Puede darte en qué pensar o hacer que dejes de pensar. Un libro puede transportarte a otro lugar o dejarse transportar por ti. Un libro puede hacerte reír. O llorar. Puede hacer que recuerdes lugares, olores, personas. O puede hacer que las olvides. Puede que, gracias a él, te replantees tu vida o que dejes de darle vueltas a todos esos planteamientos y te decidas. Puede darle sentido a tu vida o puede quitarte el sentido. Un libro te cambia, te influye. Mucho o poco, solo por dentro, o por dentro y por fuera. Te gusta o no te gusta. Incluso puede que te enamore, pero lo que es seguro, es que no te dejará indiferente.

Las capacidades que tiene un libro son ilimitadas, así que elige bien lo que lees o deja que te elija a ti. Pasea por una librería o una biblioteca, física o virtual. Observa por fuera y, si te elige, obsérvalo por dentro. ¿Te lo llevas? Quizá, cuando lo leas, te lleve él a ti. Deja que lo haga. Leyéndolo le das poder. Leyendo te das poder: fortaleces tus conocimientos y movilizas tus neuronas, adquiriendo así más herramientas para enfrentarte al mundo. Cuando lees, estás activando zonas del cerebro que estimulan los procesos de la imaginación. Esta, promovida por la dopamina, despierta tu creatividad para ayudarte a encontrar nuevas soluciones a los problemas que se te van presentando a lo largo de la vida.

Un libro puede ser bello con imágenes e ilustraciones o siendo simplemente puro texto. Es capaz de decir una sola palabra o decirlas todas. Puede ser una forma de pedir perdón, decir gracias o te quiero. Puede ser el primero de una saga o uno único y finito. Fino o grueso, de lectura lenta o rápida. Histórico, romántico, antiguo, original, prestado, único, científico, ilustrado, escolar, de consulta, dramático, de autoayuda, biográfico, técnico, de terror, de viaje, literario, infantil, artístico, poético… Si tú fueras un libro, ¿cuál serías?

Podríamos pensar que detrás de un libro siempre hay una persona: su autor. Pero detrás de un libro siempre hay muchas más personas, estén o no sus nombres reflejados en él. Está el que lo escribe, el que lo maqueta, el que diseña su portada, el que lo imprime, el que lo encuaderna, el que lo transporta, el que lo exhibe en su estantería, el que lo publicita, el que lo vende, el que lo regala. Y además, estás tú: el que lo lee. Tú le das la capacidad de ser un objeto inerte o de cobrar vida. Tú puedes ser el último eslabón de la cadena… o puedes regalarlo y hacer que esta continúe.

Feliz día del libro.

Nos encantará hablar de tu libro y de lo que podemos aportar para darle forma.